Interjet y Airbus realizaron el primer vuelo con biocombustible en México

La industria de la aviación se esfuerza a reducir emisiones de carbono por 50 % para el 2050

Interjet realizó el primer vuelo con biocombustible derivado de la jatrofa en México con un avión Airbus 320. Este vuelo de prueba, con combustible fabricado a partir de las cosechas locales de esta planta en el estado sureño de Chiapas, forma parte de un proyecto de mayor envergadura para acelerar la comercialización de biocombustible para la aviación en México. Y con el precio del petróleo en constante aumento, las iniciativas como las de Interjet son muy esperadas.

El A320, que salió del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México con destino al Aeropuerto Ángel Albino Corzo de Tuxtla Gutiérrez, en el estado sureño de Chiapas está propulsado por dos motores CFM, usando el 30% de biocombustible en uno ellos. El biocombustible de jatrofa ha sido procesado por UOP de Honeywell

Al respecto, el presidente de Interjet, Miguel Alemán, indicó que el vuelo de prueba era la consecución de un proyecto ambicioso, lanzado por Interjet hace dos años para desarrollar una cadena de producción de biocombustibles renovables con el objeto de crear una plataforma mexicana de bioqueroseno sostenible para la aviación.

Para ambas compañías, este vuelo con biocombustible representó un importante avance para establecer una solución con esta clase de combustible que sea viable comercialmente y sostenible en términos ambientales. Es una muestra más del fuerte compromiso de la industria de la aviación mundial por alcanzar los objetivos de reducción de CO2, con un crecimiento neutro de emisiones de carbono a partir de 2020, y una reducción del 50% de las emisiones de CO2 para 2050 en comparación con los niveles de 2005.

Los estudios sobre el ciclo de vida del CO2 demuestran que la jatrofa puede hacer que las emisiones de CO2 se reduzcan hasta un 80% respecto del queroseno estándar para la aviación.

La iniciativa cuenta con el apoyo de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes de México (SCT), Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA), el Estado de Chiapas, y las autoridades de la aviación europea como la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA), además de Airbus, CFM, y UOP, para asegurar que el biocombustible cumple con todas las especificaciones sin necesidad de realizar ningún cambio en el avión o en el motor.